miércoles, 31 de agosto de 2011

La cadena


Desviándonos un poco a la parte más gruñona de este blog, volveremos un poco a hablar sobre la actitud, algo vago y difícil de cambiar una vez asentado dentro de nosotros, pero que, al definir nuestras acciones tiene la clave de por qué somos como somos. 

En particular, me vino a la mente algo curioso y es que, aunque es normal cometer errores, nos es aparentemente muy difícil reconocerlos. En vez de aceptar las cosas, justificamos con toda causa posible el por qué hicimos lo que hicimos, y si llegamos, de milagro, a aceptar que obramos de manera incorrecta, nos mantenemos a salvo de la culpa transmitiéndola a alguien o algo más. 

Y es que, cala estar equivocado. Caray, es casi como perder. El problema es que no reconociendo cuando la regamos, solo nos engañamos para no sentirnos mal con nosotros mismos. Es decir, el error ya lo cometimos, ya nos equivocamos, no queda más que la conciencia para ensuciar. 

Ahora, es cierto que así como cometer errores, es también muy humano (no solo eso, es instintivo) el no querer pagar por los errores propios (digo, exigir a todo mundo dar un par de pasos para tirar la basura en su lugar claramente es demasiado para nuestra extenuada sociedad). Pero me parece absurdo cuando no hay que pagar por nuestro error, e incluso ni siquiera se nos reprende. Que tan difícil puede ser decir (es más, solo pensar) “pues ni pedo, la cagué, no pasa nada”. Ah, pues el orgullo, y es que si cometemos errores dejamos de ser chingones, perdemos, y nos sentimos mal, no nos pasa nada, ni nos morimos, ni nos hace daño, pero a como cala, no? Y así llegamos a otro eslabón en la cadena que está roto: nuestra aversión por el auto sacrificio.


Rojo

2 comentarios:

  1. No puedo creer que Pintura Verde, haya publicado esto. La parte final es terrible. "Un eslabón en la cadena que está roto: la aversión por el auto sacrificio".


    Ni siquiera se por donde empezar para describir todos los niveles en los que esto esta mal. La aversión por el auto sacrificio debería de verse como un avance en la humanidad, un paso más por alcanzar a convertirnos en -el superhombre-, no como un eslabón roto.

    Me parece adecuado el resto del escrito, y como todos tenemos que aprender a reconocer nuestros errores, tú, Rojo, tienes que reconocer que te equivocaste...

    ResponderEliminar