sábado, 30 de abril de 2016

Poesínismo

Maldito amor
cómo me agobias tanto
si no eres más que una reacción
nada más que un inverosímil deseo,
un capricho
al encontrar unos tejidos simétricos
bien formados. 


Naranja

domingo, 6 de marzo de 2016

Hoy te volví a ver.
Me encontré contigo en la calle,
donde menos lo hubiera imaginado.

No me dijiste nada,
sólo me observaste
y yo a ti.
Recorrí tu rostro.
O más bien lo juzgué.
Analicé cada facción
cada rasgo
tu ropa
los kilos de más
tu semblante de fracaso y decepción
tu mirada de frustración y desencanto.

Pero no,
no te dije nada.

No fue necesario
vi la reprobación en tus ojos.
Sólo fueron segundos,
o quizá un instante
pero fue suficiente.

Otra vez tú.
Tantas promesas que hiciste.
¿O yo te las hice a ti?
Siguen pendientes
Esperando a que decidas cumplirlas.
Tantos deseos y sueños
tantas aspiraciones.
Tantas fantasías y anhelos.

Huí.
Busqué alejarme.
Sumergido en los recuerdos no me di cuenta de que estabas de nuevo ahí
frente a mí.
Siempre estás ahí.  


Íbamos a comernos el mundo
y ahora sólo encuentro miedo en tu mirada
y siento terror al verte
y recordar la decepción
rememorar la desilusión
la contrariedad de tus palabras
y tus acciones.


Sólo puedo pensar en que te odio.
Te odio
¿o será que odio que no seas lo que quiero?

¿Será acaso que odio amarte?
o quizás me cansé de esperar...
de esperarte.


Huyo de nuevo.
Me refugio en casa
y creo estar seguro
lejos
hasta que te encuentro de nuevo
en ese maldito trumeau que nunca me gustó
pero siempre quise.



Naranja

amor

Te amo.


Pero no con un amor débil,
carnal y perecedero.
No con un amor frágil
exánime y endeble.


Tampoco se trata de un amor tímido
medroso e inseguro.


Te amo con un amor puro
impecable
que va más allá
de ti y de mí


Te amo
con un amor libre
de nosotros.


libre de mis miedos
y los tuyos.
de mis mentiras
y tus traiciones.
Libre de mis fracasos
y tus derrotas.


Libre de prejuicios
y perjuicios
libre de la vida
y la muerte.

Con un amor trascendente
íntegro
al que no puedo corromper
porque no lo tengo.


Con un amor sin gustos
ni disgustos
sin problemas ni soluciones
sin dudas ni sentencias.

Libre de vicios, virtudes
y defectos
libre de gritos, llantos
y gemidos.

No importan los oradores,
las historias o los recuerdos
todo eso es más efímero
que lo que tengo.

No te amo así porque sea cobarde
o porque no tenga el valor
de invitarte
de seducirte
e idolatrarte


sino porque quiero amarte
con este amor perfecto
por siempre.


Naranja

jueves, 18 de febrero de 2016

Morir



No temo a la muerte
porque sería como temer que caiga algo
después de arrojarlo.


No temo a la muerte
porque sé que me espera pacientemente
hasta que descansemos
plácidamente juntos.


No temo a la muerte
porque no soy más que un suspiro
un instante
un momento
terriblemente insignificante.


No temo a la muerte
porque no soy más que una anomalía
un milagro casual
una coincidencia.


No temo a la muerte
porque sólo soy carne, miedo y heces
pústulas y orificios
deudas, deberes, obligaciones y olvido.


No temo a la muerte
porque soy débil,
efímero,
y tengo fecha de caducidad.


No temo a la muerte
porque la evito
pero la busco,
la desprecio,
pero la necesito,
es mi enemiga,
pero todo lo que hago me conduce a ella.


No temo a la muerte
porque es tan real,
tan sencilla,
tan simple,
tan constante;


pero sorpresiva,
e inesperada.


No le temo a la muerte
porque nadie sufrirá
y quien sí lo haga también se irá.


No temo a la muerte
porque un fósforo tiene que apagarse
por haber hecho combustión.


No temo a la muerte
porque sólo soy un caldo de elementos
que desarrollaron conciencia.


No temo a la muerte
porque es una trampa
de la que me olvido siempre.


No temo a la muerte
porque es el desenlace causal
al que todos llegaremos.


No temo a la muerte
porque ni dios pudo librarse
de tal suerte. 


No temo a la muerte
porque sería ridículo.






No temo a la muerte
pero me aterra dejar de vivir.





Naranja